¿Cómo elegir qué calefactor de cerámica comprar?

Al salir de la ducha no hay nada mejor que sentir calorcito, y un calefactor cerámico te lo proporciona. Sí, no tengas dudas. Es un tipo de calefacción eléctrica que, tras conectarla, calienta las placas de cerámica que contiene y, mediante un ventilador, distribuye el calor que genera. Delicioso aliado para perezosxs que no quieren levantarse temiendo el frío que van a pasar en el baño. Con estos calefactores, ¡sales del edredón sin problemas!

Ah, por cierto, también sirven para aumentar la temperatura en pequeñas estancias de forma puntual. No necesitan instalación ni salida de humos, y solo hay que enchufarlos para caldear el ambiente de manera inmediata. Sencillos, cómodos y seguros. La mayoría de los modelos son portátiles y pueden trasladarse de una habitación a otra o a otras viviendas. 

Al ser eléctricos, tal y como se han puesto las facturas de energía, lo que sí conviene es elegir el modelo más adecuado a tu necesidad. Úsalo como un sistema complementario para la calefacción. Ten en cuenta que su gasto energético es superior a otros electrodomésticos: consumen un vatio de electricidad por cada vatio de calefacción que generan. Estos son los factores que debes tener en cuenta para comprar tu modelo ideal:

• Potencia. El valor esencial. Son fiables y muy duraderos, pero tienes que pensar en el equilibrio entre confort y necesidad y elegir bien la potencia adecuada. Muchos modelos de calefactores cuentan con algún tipo de resistencia cerámica que retiene bien el calor, ayudando así a consumir menos energía.
• Termostato. Otra gran ventaja. Regular la temperatura permite que el ambiente no se reseque. Fíjate bien en el termostato que posea el equipo: puede emitir el mismo calor consumiendo menos oxígeno.
• Diseño. Puedes ponerlos en la pared, de manera vertical o compacta. A tu gusto. Los hay también con función oscilante, distintos colores y variados diseños.
• Sistema de seguridad. Nunca, jamás, cubras un calefactor. Y cuando lo vayas utilizar en el baño, deja al menos un metro de distancia entre el aparato y la bañera o la ducha. ¡Con la piel bien seca!

Tipos de calefactores en función de la estancia

Algo importante: no solo pienses en la estancia, sino también en su condición de aislamiento y en la superficie acristalada que tenga la habitación. Si lo haces así, y siempre como calefacción de apoyo, puedes optar por diferentes opciones para calentar:

• Habitaciones. Cualquier dormitorio se caldea con un calefactor cerámico utilizándolo tan solo media hora antes de irnos a la cama.
• Para el baño o la cocina. Estancias con alto índice de humedad. Comprueba que tenga un IP-24 o superior que certifique la protección frente al goteo de agua.
• Sótanos, oficinas, locales… aquí lo que necesitas son calefactores específicos. Tienen incluso función antihielo.

¿Qué potencia necesita tener tu calefactor de cerámica?

Con valores aproximados, en habitaciones bien aisladas y con una altura de techo de 2.5 m, se estiman 80 W por metro cuadrado, o 100 W si el aislamiento no es total. Ten en cuenta esta valoración media para conocer la potencia equivalente en vatios que necesitas. O mejor aún, te ponemos nosotros varios ejemplos útiles:

• En una habitación de 12 a 16 m2 es recomendable una potencia entre 1200 y 1500 W.
• En una estancia mayor, de 24 a 28 m2, entre 2500 y 3000 W.
• Y para una superficie aproximada de 40 m2, se recomienda una potencia de 4000 W o superior.

Un buen calefactor cerámico suele incluir un regulador de potencia y con él podrás adecuar la necesidad de calor que precises en la habitación, en distintas épocas del año e incluso en la zona donde vivas. ¡No pases frío!