Todo sobre las vaporetas de mano

Contar con electrodomésticos de limpieza que te permiten limpiar de forma ecológica y eficiente es una de las necesidades que se tienen en cualquier hogar. De esta forma, vas a conseguir que se mantenga con una higiene cuidada y un buen olor. Por ello, en este post queremos presentarte las vaporetas de mano, una de las principales opciones para poder satisfacer tus necesidades.

¿Qué se puede limpiar con una vaporeta de mano?

Sin duda, una vaporeta será uno de tus mejores accesorios de limpieza. Te permite limpiar infinidad de objetos de tu hogar, entre los que se encuentran los colchones. Debido a su gran tamaño, su limpieza puede ser complicada, pero con una limpiadora a vapor podrás eliminar todos los ácaros y hongos. Además, incluir también las almohadas en el proceso de limpieza será muy sencillo.

La tapicería es otra de las partes delicadas de limpiar, ya sea en el coche o en tu casa. Básicamente porque hay muchos materiales que pueden reducir su vida útil. Con una vaporeta podrás tenerla impecable en un corto espacio de tiempo. Asimismo, puedes utilizarla para limpiar tus cortinas, alfombras o incluso el suelo de tu casa u oficina.

Generalmente, limpiamos las ventanas, los espejos u otros objetos de cristal con limpiacristales y un trapo. Sin embargo, en muchas ocasiones siguen quedando manchas. Por ello, este tipo de limpiadora es una buena opción, ya que te permitirá que queden como si fueran nuevos. Las baldosas, las camas de mascota, el horno o la vitrocerámica son otras alternativas que puedes dejar impecables con este tipo de dispositivos.

¿Cómo funciona una vaporeta?

El funcionamiento de un electrodoméstico de este tipo no es muy complejo, pero es importante que sigamos los pasos correctos. Para empezar, debemos llenar el depósito de agua, pero sin llegar a su máximo. Es importante dejar un espacio libre para que pueda llevarse a cabo el proceso de ebullición. Posteriormente, cerraremos la válvula de seguridad y se iniciará el proceso de calentamiento del agua. Funciona de forma muy parecida a una olla a presión.

Al cabo de varios minutos empezará a salir vapor después de que el agua llegue a su punto de ebullición. En este momento es importante que el recipiente de la vaporeta esté bien cerrado para evitar que el vapor pueda salir por cualquier rendija. La acumulación en su interior provocará que se levante un tope y saldrá hacia el exterior a través de un tubo. 

En este punto tendrás la capacidad de regular la salida del vapor. El proceso se repetirá de forma constante para que puedas sacar partido a tu limpiadora constantemente. Sobre todo, es importante que siempre haya agua en el depósito, ya que si no se interrumpirá el ciclo. Sin embargo, por seguridad, solo deberás rellenarlo cuando el dispositivo esté apagado y no esté caliente.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar una?

A la hora de comprar una vaporeta es importante que tengamos en cuenta diferentes factores. Por un lado, que tenga la presión adecuada para poder ejercer su función. Lo recomendable es que sea de entre tres y cuatro bares. Además, el depósito debe tener una capacidad suficiente para que podamos utilizarla durante un largo período de tiempo. Por ello, un litro como mínimo sería lo mejor.

La potencia es otro de los aspectos que no debemos perder de vista. Debe llegar a ser de por lo menos 1500 vatios. De esta forma, podremos elegir una limpiadora a vapor que sea de calidad. Ningún suelo, baldosa, colchón o tapicería se nos resistirá nunca.

Como conclusión, las vaporetas de mano son una excelente opción para poder limpiar de forma cómoda y eficiente cualquier parte de tu hogar.