No siempre quedan claras las diferencias entre una batidora y una licuadora. Por eso, para despejar tus dudas, te exponemos aquí las funciones de ambos aparatos y cómo los puedes usar para tu beneficio. Una vez que comprendas mejor sus funciones, seguramente te animes a comprar el más conveniente para ti y para tu familia.
Batidoras: funciones y usos
Comencemos por ver qué son las batidoras y cómo se usan. Como se intuye por su nombre, con ellas puedes preparar batidos. A la cabeza nos vienen ideas de batidos de fruta con leche e, incluso, para los más golosos, de chocolate o vainilla.
En el fondo, la batidora te permite realizar muchos preparados muy saludables. También algunos caprichos, que podemos darnos de vez en cuando.
Antes que nada, aprendamos a distinguir físicamente una batidora. Esta se compone de un motor en la base y de un vaso largo, que puede ser de cristal o plástico, donde pondremos los productos a triturar.
Por medio de una cuchilla (que podremos accionar con la velocidad que mejor nos convenga), logramos triturar los alimentos mezclándolos uniformemente hasta conseguir una textura espesa. Si preparas de vez en cuando algún batido, sabrás de lo que hablamos.
Gracias a este utensilio, tienes la oportunidad de crear batidos con todas las propiedades de la fruta. Como no se perderá en ningún momento la pulpa de la fruta, ingerirás todas las vitaminas que presente.
Licuadoras: funciones y usos
Con respecto a las licuadoras, podemos encontrar desde las más sencillas, que tienen una o dos hélices fácilmente distinguibles, hasta las más complejas, compuestas por un centrifugador y un prensador. Estos tienen la función de separar la parte acuosa de la sólida, especialmente en la fruta y la verdura.
Con los aparatos sencillos, solo necesitarás un vaso lo suficientemente amplio para mover de una manera adecuada las hélices. El truco para no ensuciar toda la cocina está en comenzar a licuar desde arriba hacia abajo. Si lo haces al revés, es posible que el contenido del vaso salga despedido por todos lados.
En el caso de las licuadoras más complejas, en las que siempre tienes la opción de ver sus instructivos, no te será tan complicado distinguir dónde quedarán el líquido y las partes sólidas, que terminarás desechando.
Para los niños que detestan los trocitos o la pulpa, el licuado puede ser una solución para que tomen fruta y verdura, aunque la diferencia con respecto al batido es bastante grande.
¿Cuál es la diferencia entre licuar y batir?
Ya te hemos adelantado algunas de las diferencias más evidentes entre ambos aparatos de cocina. La más significativa es que, mientras que la batidora tritura y mezcla todos los componentes de un determinado alimento, la licuadora divide entre el líquido y lo sólido.
Pero existen más puntos a tener en cuenta a la hora de usar un aparato u otro. Por un lado, la licuadora puede resultarte más sencilla de utilizar, siempre que elijas un modelo básico de hélices. Aun así, si deseas separar completamente la pulpa del líquido, es posible que requieras un colador para retirar algunos restos que pudieran quedar. Obviamente, esto no sucede con los aparatos más complejos, donde la separación es total.
Por otro lado, la batidora se diferencia por su vaso, que se coloca sobre una base. El funcionamiento es tan sencillo como llenar el vaso con tus alimentos favoritos y elegir la potencia de mezcla, en función a tu gusto. Así lograrás hacer el ansiado batido. Como ves, es muy sencilla de manejar. Al final, la diferencia entre los aparatos es fácil de apreciar.
Otra cosa son los resultados que nos ofrecen. La licuadora, apta para la fruta y verdura acuosas, nos da lo más parecido a un zumo, libre de elementos sólidos. Por su parte, la batidora nos permite conservar todas las propiedades de los alimentos, pues mantiene la pulpa de estos. Úsala para preparar un líquido espeso a tu gusto. No solo podrás obtener deliciosos batidos, sino también salsas para tus platos salados, que puedes terminar de cocinar en la sartén o la olla.
Ahora, solo te queda ver cuál de los dos aparatos te conviene más para tus menús y dietas habituales. Con el fin de orientarte hacia uno u otro, deberás examinar qué buscas de ambos y qué te pueden ofrecer.
¿Cuál es mejor para mi?
A la hora de comprar una batidora o una licuadora, es necesario saber qué tan cruciales serán para nuestro día a día. Si buscamos conservar todas las propiedades de determinados alimentos, la batidora será nuestra solución.
La batidora no solo se limita a los batidos que, la verdad, nos ayudarán a disfrutar en los momentos de máximo calor, sobre todo si conseguimos hacerlos muy refrescantes. También podemos crear salsas e incluso purés de verdura deliciosos. Obviamente, con este utensilio, daremos el paso inicial para hacer nuestra preparación, antes de ponerla en el fuego.
Con la batidora también podemos conseguir un gazpacho con todas sus propiedades. Para ello, elegiremos el punto de espesor que queramos. También distintas masas para la realización de bizcochos o galletas, por ejemplo, podrán llevarse a cabo en una batidora.
Por su parte, la licuadora, además de crear zumos sin pulpa, nos facilita el punto de nieve de la clara de huevo, siempre que usemos una con hélices. En verano, nos puede servir para hacer la base de unos deliciosos polos, tras sacarle el zumo a distintas piezas de fruta.
Si quieres batir con rapidez muchos huevos o deseas impresionar con una mayonesa casera, las hélices de la licuadora te ayudarán a lograr la textura que necesitas.
Ahora que ya sabes el uso que puedes dar a ambos aparatos, de ti depende elegir el mejor para tus comidas diarias. Aunque siempre puedes contar con ambos, si aún no te decides por uno solo.
Ya conoces las diferencias de una batidora y una licuadora. Puedes hacer desde un batido a un zumo pasando por un rico pastel o una mayonesa casera. Puedes sacarles muchas utilidades a ambos aparatos.