El té es una bebida que puede calentarnos cuando hace frío y también refrescarnos en épocas de calor. Es una bebida saludable que podemos beber en cualquier momento del día sin temor de que resulte dañina para tu salud. Existen varias maneras de preparar el té frío, así como diferentes tipos que podemos probar. ¿Sabes cómo prepararlo? En este artículo te lo contamos.
¿Cómo se hace el té frío?
Entre las formas de preparar esta bebida tenemos dos variantes: con o sin hielo. La primera se conoce como té helado, mientras que la segunda es té frío. Para ambos casos, debemos preparar la bebida como una infusión en caliente, usando para ello un hervidor.
Si preparamos infusiones con regularidad, la mejor opción es contar con un hervidor de agua. Hay muchos modelos de hervidores, pero uno de los más útiles es el hervidor eléctrico fabricado de acero inoxidable, que no absorbe olores ni sabores y que permite un control de la temperatura del agua, ya que se apaga cuando esta alcanza el punto de ebullición.
A la hora de preparar la infusión, debes decidir si prefieres la variante con hielo o sin hielo, ya que de esto dependerá la cantidad de hierbas que vas a usar. Al decidirte por la versión con hielo deberás preparar la infusión con una cantidad de, aproximadamente, el doble de la habitual. Esto ocurre porque el hielo disuelve el sabor y disminuye la concentración de la infusión. Para la versión sin hielo, esto no será necesario.
Así, el primer paso es preparar la bebida en el hervidor, usando una cantidad de agua muy escasa y tomando en cuenta la cantidad final que deseas preparar. Una vez que el agua alcance su punto de ebullición, agrega las hierbas y espera alrededor de unos 5 minutos para retirar las hierbas del agua.
Completa con agua a temperatura ambiente, hasta alcanzar la cantidad que deseas. Luego, debes colocar la bebida en el refrigerador durante un par de horas hasta que esté totalmente fría. Finalmente, si la has preparado concentrada, debes agregar hielo en el momento de servirla.
Tipos de té frío para consumir en verano
¿Cuáles son los tipos de té frío que podemos preparar? En primer lugar, es importante aclarar que existen muchas bebidas a base de hierbas y que podemos preparar tanto en frío como en caliente. Esta bebida es producto de la infusión de la planta denominada Camelia Sinensis. Las infusiones provenientes de otras plantas, aunque también están muy buenas preparadas en frío o en caliente, no son consideradas como té.
Aclarado esto, vamos a explicar cuáles son las variedades que podemos usar para prepararlo frío o helado. Recordemos que se trata de una infusión que contiene cafeína, mientras que el resto de infusiones no la contienen. Estos niveles de cafeína son ideales para mantenerte enfocadx y con la mente alerta. Además, aporta un efecto termogénico que ayuda a tu organismo a perder grasa.
No todas las variedades de este producto son ideales para la preparación de té frío o helado. Algunos dan como resultado una infusión sin cuerpo, que desluce mucho a bajas temperaturas.
Té negro
Esta es la variedad más popular a la hora de prepararlo frío o helado. Tiene mucho cuerpo y un efecto estimulante. Contiene altos niveles de cafeína y teína, por lo que resulta perfecto para consumirlo por la mañana o a media tarde.
La más común de estas bebidas es el té frío con limón. Su sencilla preparación y el resultado refrescante hará las delicias de cualquier paladar. Otra combinación menos conocida es agregarle zumo de manzana y un toque final de gotas de limón y azúcar moreno.
Té blanco
Tiene un aroma característico y un sabor suave, que agrada a la mayoría de las personas. Esta variedad contiene aún más cantidad de antioxidantes y muy bajos niveles de cafeína y de teína, por lo que puedes consumirlo a cualquier hora del día. Para su infusión, el agua no debe superar los 60 º y solo hacen falta entre 2 y 5 minutos.
Una bebida deliciosa que puedes preparar con esta variedad es con miel y melocotón. La miel le aporta un dulzor natural, mientras que el delicado sabor del melocotón es compatible con el del té blanco. A la hora de servir, puedes hacerlo con hielo picado y agregar hojas de hierbabuena. También puedes sustituir el melocotón por piña y la hierbabuena por hojas de menta.
Té rojo
Esta bebida tiene efecto antioxidante y depurativo. Ayuda al organismo a deshacerse de toxinas y de todo aquello que no necesita. Es ideal para tomar después de haber comido copiosamente, así como para por la tarde. Su preparación requiere de un tiempo de infusionado de unos 3 minutos con el agua a punto de ebullición.
Una de las opciones para consumir esta bebida fría es la preparación con frambuesas, similar a la preparación de un batido pero con el fabuloso sabor de esta planta. Otra opción es prepararlo frío con limón, ya que la acidez del limón le otorga una sensación de mayor frescura a la bebida resultante. Una idea que queda muy bien con este tipo de bebidas es añadirles hielo picado para hacer un refrescante granizado.
Té verde
Esta variedad es perfecta para sustituir los refrescos y evitar el alcohol, a la vez que se aprovechan sus propiedades antioxidantes y su efecto diurético. A la hora de prepararlo, evita que el agua esté a más de 75 º, ya que si está más caliente o lo dejas infusionando más de 3 minutos, su suave sabor se puede volver demasiado amargo.
Es una bebida ideal para las horas de la tarde. Puedes prepararlo acompañado de hojas de hierbabuena para añadirle frescura adicional. Puedes servirlo con hielo y acompañado con rodajas de limón. Otra receta para esta variedad es acompañarlo de limón, menta y azúcar moreno. Puedes servirlo con hielo picado para que sea más fresco y combinarlo con otras frutas ácidas, como la piña.
En definitiva, el té frío es una bebida refrescante que puedes consumir en épocas de calor, especialmente como sustitución de otras bebidas menos saludables, como gaseosas y zumos procesados.