Exprimidor eléctrico, ¿en qué fijarse para elegir el mejor?

El exprimidor eléctrico es un componente totalmente indispensable en nuestra cocina. Un zumo de naranja que hemos exprimido justo antes de tomar es la guinda, el acompañamiento ideal para cualquier desayuno.

El zumo es sano y está muy rico. ¡Seguro que no conoces a nadie que lo rechace al despertarse!

A la hora de elegir uno de estos pequeños electrodomésticos de cocina es fundamental tener en cuenta una serie de variables que facilitarán la tarea de exprimir nuestras naranjas.

Hay que tener en cuenta la capacidad. Según la dimensión de nuestra familia, vamos a requerir un exprimidor con mayor o menor capacidad. Por supuesto, la potencia es muy importante a la hora de elegirlo.

También, el número de filtros es una cuestión que debe tenerse en cuenta a la hora de elegirlo. Todxs necesitamos un exprimidor que sea capaz de filtrar la pulpa de la fruta y deje un zumo totalmente líquido. ¡Así está mucho más rico!

Además, también hay que prestar atención a los componentes en los que está fabricado. Uno de acero inoxidable o plástico es lo ideal para que sea más duradero y resistente a golpes y al ácido de los cítricos que, normalmente, se exprimen.

Hay otras variables muy importantes como la garantía, el peso, las dimensiones, la altura del vaso o el hecho de que la base sea o no antideslizante.

¿Qué potencia debe tener un exprimidor eléctrico?

La potencia de los exprimidores se mide, normalmente, en vatios. Así, en el mercado predominan los exprimidores eléctricos de 160 W o incluso de 300 W: no existe una potencia ideal, sino que esto va a depender de nosotrxs y de según como queramos nuestro zumo. Los filtros y la potencia nos van a permitir disponer de un zumo con más o menos pulpa. Por ello, ¡totalmente al gusto del consumidor o la consumidora!

¿Cómo es el cabezal?

Debemos entender los cabezales como los conos a través de los cuales podemos exprimir el cítrico. Es decir, es la pieza de plástico en la que ejercemos presión con la media naranja y que, de la rotación, da lugar al zumo fresquito y rico que después te bebes.

El exprimidor ideal es aquel que cuenta con varios cabezales. Así, para cítricos como el limón o la lima, es ideal un cono o cabezal pequeño, que se pueda ajustar al tamaño del “círculo” que deja la mitad de la fruta. En cambio, para piezas más grandes como la naranja, requerirás un cono algo más grande. ¡Todo es de cara a que el cono o cabezal pueda ajustarse a la pieza!

¿Qué capacidad suele tener un exprimidor?

La capacidad de los exprimidores suele oscilar entre el medio litro, los tres cuartos de litro o, incluso, los de mayor capacidad pueden llegar al litro. Esto va a depender del uso que quieras darle. En familias de pocos miembros, no vas a necesitar un exprimidor de gran capacidad.

Recuerda que no debes almacenar el zumo ya exprimido, ¡pierde las propiedades! Por ello, en tu compra, debes ajustarte a lo que necesites.

El sistema antigoteo

Este mecanismo impide el goteo del zumo restante en el interior del exprimidor de naranjas mientras no hay un vaso debajo en el que verter el contenido. Si quieres ahorrar en limpieza, ¡ten en cuenta el sistema antigoteo!

Filtro de pulpa

Todos los exprimidores eléctricos cuentan con filtros para pulpa. Sin embargo, estos filtros serán más o menos gruesos según lo que desee el consumidor.

Ten en cuenta todas estas variables a la hora de elegir tu exprimidor eléctrico y disfrutarás de tus amados zumos. ¡Qué rico!